Antes de inaugurar este magazine (que, a su vez, es una excusa para recomendar cosas que me parecen increíbles explicando por qué), cada año en diciembre, ya disfrutaba haciendo pequeños recuentos o “tops” de discos favoritos del año. Ya fuera por la cantidad de veces los escuchaba o por su calidad sobresaliente, esos discos merecían una lista. Pero no era suficiente. Las listas no dejan de ser selecciones arbitrarias que dejan fuera miles de cosas igual de geniales. Así que, quizás es mejor hacer selecciones mensuales, sin importar el año ni la época, ni la relación, solo recomendaciones que nos hagan experimentar algún tipo de belleza o sensibilidad.
Estas son nuestras canciones favoritas del mes de julio. Escúchalas todas juntas aquí:
1. “Cinta Yang Baru” de Vintonic (2019)
El trío de Yakarta, nos sorprende en su debut con un tema pop – jazz fusion que, en su mezcla de voz R&B, guitarra funky, cajas con reverb y sintetizadores analógicos nos transporta directamente al City Pop. “Nuevo amor” es una brisa de frescura para este verano.
2. “Post Requisite” de Flying Lotus (2019)
“Post Requisite”, segundo track del tan esperado nuevo trabajo de Steven Ellison (Flying Lotus) resume rápidamente el universo sonoro que conocemos y nos alucina de este artista, un caleidoscopio de timbres y fragmentos que se funden a modo casi indiscernible de percusión y melodía, todo hilado insólitamente mediante líneas de bajo eléctrico propias del free jazz. Su particular manera de zambullirnos en las frecuencias bajas y volvernos a sacar hacia la superficie de las altas en “Post Requisite” transforma el tema en un viaje ondulante que disfrutamos como un pez sideral entre lagos de otro planeta y explosiones de placer y luz.
3. “A Lot’s Gonna Change” de Weyes Blood (2019)
Como un personaje que despierta de un sueño melancólico y se sienta componer una balada psicotrópica floydiana aún con lágrimas en los ojos, Weyes Blood nos regala este maravilloso tema. Llena de adornos cromáticos que insisten en hundirnos en un aura de extrañeza, las secciones siempre acaban resolviéndose inspiradores sobre la inevitabilidad de los cambios y la vida humana. De momento, uno de los más claros contendientes a disco del año.
4. “Obesessed” de Hatchie (2019)
Nuestra favorita del listado, la obsesión del mes. La cantautora australiana nos avasalla con un tema de Dream pop perfecto y pegadizo, algo que ya le ha valido los típicos y estresantes lugares comunes de la crítica musical viejoven contemporánea como “la joven promesa” o “la esperanza millenial” (siempre va a malas esa gente, insufribles, ¿esperanza de qué?). Sus oleadas de guitarras repletas de efectos a lo shoegaze y ruidos procesados sobre cajas de ritmos electrónicas, nos despierta una sensibilidad juvenil, adrenalina de romances a alta velocidad, habitaciones cerradas llenas de pósters y una dulce voz que nos habla de la eternidad del amor adolescente, “You’re the only one”, Hatchie.
5. “Que el río fluya” de Carmen Ruiz (2019)
Hemos descubierto a esta cantautora mexicana a través del dramático tema “Que el río fluya”, en el que demuestra su maestría en el estilo y técnica de la composición latinoamericana. Además de su afán instrospectivo, su capacidad de mirarse a sí misma adquiere nuevas profundidades estéticas cuando su música entra en consonancia con el arte manierista de la carátula de su álbum Blanquinegro, una especie de homenaje a Arcimboldo, que interpretaríamos como un irónico autoretrato llevado a sus últimas consecuencias. Su balada “Que el río fluya” cuenta con una preciosa letra, la potencia de su voz nos recuerda a las grandes vocalistas clásicas de México pero, a su vez, enmarcadas en un homenaje cinemático de arreglos sinfónicos y coros celestiales.
6. “Nachtschatten” de Xmal Deutschland (1984)
“Nachtschatten” nos ha volado la mente. Este tema de la legendaria e influyente banda alemana Xmal Deutschland prefigura tantos elementos celebrados por el sello 4AD que acabaron fichándoles. Su extrema mezcla de rock gótico, new wave y pop le valen un espacio inamovible en el postpunk. Sus cambios y mezclas de tonalidad son una verdadera alucinación por lo que hemos decido compartir nuestro vértigo con alguien más. Definitivamente nos lleva a lugares inexplorados cada vez que la escuchamos.